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En los últimos días se han registrado lluvias torrenciales, huaicos, desbordes de ríos, oleajes y otros fenómenos y desastres naturales que han afectado diversos lugares del Perú. Esto ha motivado, por ahora, a la declaración de estado emergencia en cuatro departamentos del país. Uno de los sectores más afectados por esta situación es, evidentemente, el turismo.

Las imágenes del desplome de un hotel turístico de tres estrellas en Huancavelica, cuyos cimientos fueron seriamente dañados por la crecida del río Sicra, han sido impactantes. Una inversión que tomó seguramente varios años se vino abajo en pocos segundos, causando una pérdida cuantiosa. Lamentablemente este es solo uno de los tantos casos de cómo la actividad turística en el país se ve seriamente afectada. Y lo peor es que no tomamos conciencia de ello.

Todos los años ocurren situaciones similares. Los huaicos y desbordes de ríos bloquean las carreteras y el acceso a diversas zonas del país, especialmente la sierra central. Ante ello las autoridades se limitan a enviar cuadrillas de trabajadores para despejar las vías afectadas, es decir, existe una actitud reactiva ante los desastres y muy poca actitud preventiva.

Ciertamente cabe destacar que la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran) dio a conocer que ante el reciente bloqueo de la Carretera Central se puede contar con cinco rutas alternas. Brindar información a la comunidad es un factor clave pero insuficiente si no se complementa con acciones de carácter preventivo y de apoyo a los actores del sector turismo.

No se cuenta con estadísticas que abarquen el conjunto del impacto de los desastres naturales sobre la actividad turística, y al parecer no existe un monitoreo integral de cómo se ve afectado el turismo cuando ocurren los fenómenos climáticos.

Soluciones pendientes

Algo se está haciendo con la construcción de la nueva pista de aterrizaje del aeropuerto Francisco Carlé, en Jauja, el cual permitirá el ingreso de aviones de mayor capacidad. Esto ha atraído el interés de tres nuevas aerolíneas que operarían en dicho terminal aéreo una vez culminadas las obras, lo cual se espera que ocurra en marzo próximo. La participación de más aerolíneas reducirá los precios de los pasajes desde y hacia Lima, con un consecuente beneficio para el turismo regional.

Sin embargo, aún hay muchos destinos turísticos que no tienen la suerte de contar con rutas alternas o conexiones aéreas. Canta, un lugar tradicionalmente visitado por limeños, cuenta con una carretera asfaltada que en esta época del año es constantemente bloqueada por deslizamientos de lodo y tierra. Situaciones como esta hacen que el turismo en la sierra del país tenga en el verano una estación adversa con pérdidas significativas.

Otro tema es que no se cuenta con estadísticas que abarquen el conjunto del impacto de los desastres naturales sobre la actividad turística, y al parecer no existe un monitoreo integral de cómo se ve afectado el turismo cuando ocurren los fenómenos climáticos.

Ante estas situaciones es urgente contar con un plan nacional de prevención de desastres naturales y de mitigación del impacto en el turismo. Recordemos que de esta actividad dependen miles de familias que trabajan en empresas de diversos tamaños, tanto directa como indirectamente vinculadas al servicio turístico. Hace falta tener una actitud más preventiva ante estas situaciones.

¿Qué acciones considera usted que debe incluir un plan nacional de prevención y de mitigación del impacto de los desastres naturales en el turismo?

Fuente: Sala de Prensa ESAN